Primera Lectura : Deuteronomio 4, 32-34. 39-40

Yavé es el único Dios del cielo y de la tierra, y no hay otro.

• En la lectura de Deuteronomio vemos que el Dios de Israel no está apartado de la historia humana sino que entra en la historia con gran poder para proteger y salvar al pueblo elegido.
• Por medio de un discurso de Moisés, el pueblo es alentado a ser conscientes de las múltiples maneras en que Dios los ha sostenido.
• El Dios Creador desea bendecir a las personas y hacerlas prosperar.

Segunda Lectura : Romanos 8, 14-17

Ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos.

• En Romanos, Pablo describe a Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
• El Espíritu es la vida compartida y el amor entre el Padre y el Hijo.
• Con Cristo nos convertimos en hijos de Dios.

Evangelio : Mateo 28, 16-20

Vayan.

• El pasaje del Evangelio según San Mateo consiste en las instrucciones finales de Jesús a los discípulos después de la Resurrección.
• Jesús proclama su autoridad absoluta sobre toda la creación.
• Con esa autoridad, Cristo da a sus discípulos la misión de continuar su obra en el mundo y promete permanecer con ellos hasta el fin del mundo.