Primera Lectura : Isaías 63, 16b-17, 19b; 64, 2-7

Ni ojo alguno ha visto que un Dios, fuera de ti, hiciera tanto en favor de quienes confían en él.

• La primera lectura se escribió después de que los israelitas regresaron del exilio y se restablecieron en Judá.
• El pueblo se sentía desanimado ante la pobreza generalizada, el desacuerdo que existía entre sus líderes y la abrumadora tarea de reconstruir las ruinas.
• El profeta desafía a los israelitas a perseverar en su tarea.

Segunda Lectura : 1 Corintios 1, 3-9

Él los mantendrá firmes hasta el fin.

• La carta de San Pablo está dirigida a los corintios, un pueblo que había abrazado el cristianismo con fervor.
• Ellos compiten entre sí por quién tiene las señales más evidentes del Espíritu.
• Pablo les recuerda que el don más esencial para su salvación es la perseverancia en la fe.

Evangelio : Marcos 13, 33-37

¡Estén preparados y vigilando!

• El autor del Evangelio según San Marcos escribió para una comunidad que estaba muy preocupada por los acontecimientos del final de los tiempos.
• El pasaje de hoy repite dos ideas. Primero, que nadie excepto Dios conoce el momento del final. Segundo, que la respuesta adecuada del discípulo fiel es estar vigilante y preparado en todo momento.
• Sólo los que perseveren en estar vigilantes serán salvados.