Elijan una de las siguientes actividades como una forma de reflexión sobre las lecturas del domingo:

• Planifiquen un servicio de reconciliación para la familia. Comiencen pidiendo a cada miembro de la familia que, en un papel, escriba algo que haya hecho que hirió a otro miembro. Pidan que cada miembro rece individualmente, en silencio, para pedir perdón por sus acciones. Recojan los papeles y quémenlos en la chimenea o en un recipiente de metal como símbolo de haber perdonado y el deseo de cambiar. Concluyan con esta oración: Dios amado y lleno de gracia, decaídos nos presentamos ante ti. Ayúdanos a ver nuestros errores. Permítenos abrirnos a tu misericordia alentadora y a tu perdón mientras tratamos de cambiar nuestras vidas. Amén.
• Las personas que se sientes amadas y aceptadas pueden crecer. Planifiquen una comida familiar que celebre el amor de Dios. Pidan a cada miembro de la familia que escriba una nota a cada uno de los otros miembros, para darle las gracias por alguna ocasión en que hayan compartido amor. A los niños más pequeños se les puede ayudar a dibujar un corazón u otro símbolo de amor.
• Hablen con sus hijos sobre el perdón y por qué es importante pedir perdón si hacemos algo malo y perdonar a los demás que hayan hecho algo que nos hirió. Pregunten si su hijo sabe de alguien en la familia o conoce a alguien a quien deben pedirle perdón. Anímenlo a hacer eso y a resolver la situación.
• En familia, pregunten: ¿Hay alguien en nuestra familia, vecindario o comunidad que hiere por no comprender algo o por no estar de acuerdo con la familia o por rechazo? ¿Qué podemos hacer para decirles que nos preocupamos por ellos?