¡Ay de esos pastores que pierden y dispersan las ovejas de mis praderas!
- Jeremías predicó justo antes del exilio en Babilonia y advirtió al pueblo que perderían sus tierras y serían llevados al exilio a menos que se desviaran de sus malos caminos.
- El pueblo no lo hizo. Ellos y Sedecías, su gobernante, fueron llevados al exilio.
- Los líderes del pueblo exiliado, como buenos pastores, mantuvieron al pueblo unido y los alimentaron de esperanza.