Elijan una de las siguientes actividades como una forma de reflexión sobre las lecturas del domingo:

• En la lectura del Evangelio del domingo, aprendemos la oración que Jesús nos enseñó, el Padrenuestro. En algún momento de esa semana, usen el Padrenuestro como parte de su oración antes de comer. Tómense de las manos alrededor de la mesa cuando lo recen.
• Recen el Padrenuestro lentamente y meditando. Hablen de lo que significa para ustedes cada petición. Recuerden a los miembros de la familia que esta es la oración que Jesús mismo nos enseñó a rezar. Expresen a sus hijos el valor de rezar juntos en familia, como una comunidad de creyentes e individualmente. Recuerden a los miembros de la familia que rezar no siempre significa pedir a Dios por algo. A veces, significa estar en silencio y escuchar lo que Dios trata de decirnos.
• Hagan una lista de oraciones para colocarla en la puerta de la nevera. Pidan a todos que agreguen sus peticiones a la lista. Incluyan estas intenciones en su oración familiar.
• Hablen de las causas por las que rezan los miembros de su familia. Aparte de asuntos personales, ¿alguien reza por el bienestar de su parroquia, pueblo, estado o nación? ¿Por qué? ¿Realmente creemos que nuestras oraciones importan? ¿Alguien tiene ejemplos de cómo la oración ha sido importante en su vida?